viernes, 15 de enero de 2010

estertor de un retrato.

Cerrando el cerco del temblor
calienta obtuso un gris impenetrable
cuerpos piel de bufón, iris del espejo,
jugando en plena naturaleza muerta
jugando a morir en el jardín del espanto

Vaho plomizo envoltorio virgen de la tela
prostituta de la luz, del filo imaginado de la mano..

Y un ojo escupiendo sobre la huella de la risa
recoge los secretos concentrados en campos,
cenizas volando para saltar el cerco
alimento de insecto sobre el eje axial.
Quisiera ser el rey león y tú lobas a ver

Desde casi el borde ,
de lo que sea , pongamos por caso , si no me equivocao
la silueta de algo
aparece construida la pregunta en la que somos protagonistas,
los anélidos y la diferencia que desprenden ,
ya todos quieren , todos quieren ya ser
Oh , los graciosos anélidos , ¿qué hay de los umbrales , de las umbelas?
Desde los patatales no se olvida a nadie
pero la y no es i por griega sino por y.

jueves, 14 de enero de 2010

LESBOS

Rosa blanca, labios expertos
Construido en humedal yermo
El rechazo al protector del alma,
Usurpador de jardines perfumado
De sexo y visiones de muerto.

En plenitud del deseo ejercido
Juez, abogado, y verdugo,
Traición a la nobleza falsa
Del macho cabrón que nunca cede
A la rosa posibilidad.

Madre, Emperatriz juegan damas
En las junturas de las hojas,
Extraño vetado ante la puerta
Donde Courbet vislumbró el origen
Infinito del huevo y la granada.

antes o despues pasa (Cuando vuelva a cerrar el puño )

Cuando vuelva a cerrar el puño
En gesto imbécil de omnipotencia
Se abrirán los ojos en laa fisura

Grietas en la Estatua aburrida
Conocido temblor de mediodías,
Para que el niño juegue a lapidar

Cuando vuelva a cerrar el puño
El pedestal del olvido abrirá sus muslos
Y la cavidad del silencio erguido
Descuartizará sin ética alguna
Lo que ya nunca volverá.
La mujer vestida de realidad y la realidad vestida de cable y algo más

miércoles, 13 de enero de 2010

Self ( the skin of pain – ting) portraits

En la noche la babosa sangre de espuma
sangre de tu aliento mimético, lento y consumido
trepará el sabor rosa de tu flor
y lentamente, bípedo mítico,
los abrazos de piel y distancia
verterán el llanto sin agua
seco como tu efigie.